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Explorando la palabra Plenitud

Actualizado: 15 sept

La palabra plenitud viene del sustantivo latín plenitūdo y hace referencia a algo o alguien que está completo, total, lleno. Esta palabra me lleva a pensar en la luna, en el plenilunio; cuando la tierra está en medio de la luna y el sol y vemos a la luna en su plenitud.


Comunicación Plena inicio en Argentina a finales del 2017. Justo antes de que naciera, viví una experiencia de plenitud en un encuentro de 9 días de Comunicación Noviolenta en Chile. El lugar donde sucedió se llama punto cero. Esto me hace reflexionar que en varios momentos de mi vida me he sentido así en ceros o cómo dice Caroline Myss, son momentos donde el misterio me encuentra y vivo un reseteo en varias dimensiones de mi vida. Esto me hace pensar que la plenitud no es estática, es dinámica y que es ese movimiento lo que posibilita la plenitud, un constante balance que nos ayuda a sentir la vida.


En ese punto cero, experimente física y energéticamente lo que en palabras de la Comunicación Noviolenta es confiar en la vida y la conexión. Lo interesante es que el medio para esa experiencia fue un juego. Jugar a identificarnos, andar como ciegos y luego encontrarnos. El juego al principio me pareció imposible pero finalmente, a ciegas, encontré a la persona que había elegido al inicio del juego. En medio de, creo, 80 personas.


Hoy me siento en un gran reseteo y mi visión de la plenitud es similar a la luna, ella siempre está ahí, llena, completa y dependiendo de la luz y la sombra podemos verla incompleta, inexistente o completa. La plenitud es dinámica y depende desde dónde se vea y quien la vea. A veces me preocupan las imágenes estáticas que presentan las redes sociales sobre lo que es la plenitud. Se presenta como una experiencia pico, cómo algo a dónde se llega y yo la veo más como una actitud en medio del camino.


A veces, me doy palo porque en términos de comunicación, no siempre es plena, solo es. Creo que la CNV me ha dado las herramientas para reflexionar sobre mi comunicación, escuchar más, algunas veces traer más consciencia en el momento. Pero, no siempre se siente plena. Hoy sé que para mí, la plenitud significa vivir experiencias "poco plenas", desde los estándares de lo que debería ser, con la mayor consciencia posible, con reflexión y una pulsación incansable de evolucionar, aprender y estar más completa en lo que soy: mi luz y mi sombra. Esa energía que cuida mi integridad y dignidad en todo momento.


Hoy sé que plenitud es integrar, integrar lo que soy y también, des-identificarme con conceptos o creencias que eclipsan esa esencia, que no me permiten escucharla. Plenitud son también los bordes necesarios para no borrarme en mis vínculos, para no perderme en la voz de otros, en sus percepciones sobre mí.


Cuando estaba nueva en la CNV, buscando integrarla, empecé a callarme, para poder sentirme, reflexionar, conectar, aclararme. Luego, empecé a expresar más, a ser más honesta, a traer más mi voz e invitar la voz de otros. Luego, al abrirme más a la empatía y la escucha, empecé a callar y noté que había miedo, miedo a incomodar, crear conflicto, etc. También, sucedió que viví momentos de vulnerabilidad en mi poder, perdí algunos espacios afectivos seguros porque no estaba en mi país, con las personas más cercanas a mi corazón, en momentos bastante inciertos políticamente también. Eso hizo que mi luz y poder se enroscara para protegerme y poder navegar espacios que no conocía, en un idioma que no me permitía expresarme plenamente. Ahora, soy más consciente de mi contexto y que ayuda o desafía mi expresión y la de otros Por eso, es muy importante, reconocer el contexto, las dinámicas de poder cuando no podemos traer plenamente nuestra voz.


Me apasiona acompañar a personas que viven procesos de migración y sienten que están perdiendo su poder, reconstruyéndose y encontrando su voz en un nuevo territorio.


Claudia Sanchez

+573196500685

Fotografía tomada en Chile, 2017
Fotografía tomada en Chile, 2017

 
 
 

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