Traducido por Claudia Sánchez
1 de julio
La habilidad de aceptar responsabilidad es la medida del hombre.
—Roy L. Smith
Tomar responsabilidad por nuestros sentimientos
Qué alivio es finalmente entender que otras personas no son responsables por nuestros sentimientos. Yo solía pensar que esto era un cliché y que simplemente no tenía sentido.
Ahora, yo sé que nuestros sentimientos son el resultado de nuestras necesidades subyacentes.
Digamos que tu hija adolescente invita a un a un amigo a casa para cenar sin preguntarte antes. Algunas veces, tu disfrutaras que se sume alguien a tu cena familiar porque satisface tus necesidades de diversión y diversidad y porque contribuye a la vida de tu hija. Otra noche, tú podrás sentirte muy cansado y abrumado, y no disfrutarás tener un invitado en tu mesa por tus necesidades de facilidad y descanso.
En ambos escenarios el estímulo es el mismo; tú hija invita a un amigo sin preguntarte primero. Sin embargo, tú respondes a la situación muy diferente dependiendo en cómo esto satisface tus necesidades.
Cuando sabemos que los otros no son responsables por nuestros sentimientos, podemos parar de culpar a los demás y comenzar a reconocer lo que de verdad necesitamos. Este cambio de consciencia puede tener un impacto extraordinario y mejorar la calidad de nuestra vida y relaciones.
Si tú hija te sorprende con un invitado para cenar, por ejemplo, tú puedes pedir pizza para los chicos y pasar la noche en tu cuarto si necesitas descanso y facilidad, o puedes invitar a su amigo a que vuelva otra noche. Hay numerosas opciones disponibles para ti. Sin embargo, si te enfocas en culpar a tu hija, tus opciones se limitan y puedes experimentar sentimientos de dolor y tensión en su relación.
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