La Comunicación No Violenta es la integración de cuatro aspectos:
• Consciencia: una serie de principios que ayudan a vivir desde la compasión, la colaboración, la valentía y la autenticidad.
• Lenguaje: entender cómo las palabras contribuyen a crear conexión o distancia.
• Comunicación: saber cómo pedir lo que queremos, cómo escuchar a otros incluso cuando no estamos de acuerdo y cómo orientarnos hacia soluciones que funcionen para todos.
• Medios de influencia: compartir el "poder con otros" en vez de utilizar el "poder sobre otros".
La Comunicación No Violenta está al servicio de nuestro deseo de hacer tres cosas:
• Incrementar nuestra habilidad de vivir con poder de elección, significado y conexión.
• Conectar empáticamente con nosotros mismos y con los otros para tener relaciones más satisfactorias.
• Compartir recursos para que todos puedan beneficiarse.
¿Qué es la Comunicación No Violenta?
Si ser "violento" significa actuar de forma que lastima o daña, una buena parte de nuestra comunicación – cuando incluye juzgar a otros, hacer bullying, tener prejuicios raciales, echar la culpa, acusar, discriminar, hablar sin escuchar, criticar a otros o a nosotros mismos, insultar, reaccionar cuando tenemos rabia, usar retórica política, estar a la defensiva o juzgar a otros de "buenos / malos" o de actuar "bien / mal" – podría en efecto llamarse "comunicación violenta".
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