Escrito por: Vedabhyas Kundu, Gandhi Smriti and Darshan Samiti, Nueva Delhi, India
Traducido por: Khushi Nigam, Kirori Mal College, Nueva Delhi, India
Correcciones: Claudia Sánchez, San Francisco de Sales, Cundinamarca
La ruptura de las relaciones, la cultura altamente individualista y materialista y la inherente falta de cohesión social reflejan las tensiones de la sociedad moderna. Para negociar estas
complejidades y contribuir a una coexistencia armoniosa, los jóvenes, de hecho todos los
ciudadanos, necesitan adquirir diferentes conjuntos de habilidades del siglo XXI. Como la
comunicación es una parte integral de todas nuestras relaciones e interacciones sociales, el
desarrollo de nuestras capacidades comunicativas, que es de naturaleza positiva, es fundamental. En este sentido, es importante que los individuos desarrollen un ecosistema de comunicación saludable. Para la evolución de un ecosistema de comunicación saludable, el objetivo necesita ser practicar la comunicación no violenta como parte de nuestros hábitos diarios.
Este ecosistema de comunicación no violenta también ayuda a contribuir a la expansión del
capital social y el comportamiento prosocial en la sociedad. Un ecosistema de comunicación
saludable comprende los principios del bienestar del individuo y de la sociedad; ayuda a
fortalecer las relaciones y contribuye a la cohesión social. Por ejemplo, en un entorno de
ecosistema de comunicación saludable, es probable que los individuos alimenten una mayor
solidaridad y compromiso. Con el uso de la comunicación positiva, pueden llegar a los demás y es probable que evoquen valores que puedan beneficiar a otros y a la sociedad en general. Diversos estudios señalan también como las prácticas de comunicación saludables que implican compasión y empatía conducen a un comportamiento prosocial.
La comunicación no violenta es un enfoque de comunicación holístico que subraya la
importancia de la interconexión humana. Abarca nuestra comunicación intrapersonal, la
comunicación con los demás, la comunicación en la sociedad en general, la comunicación con la naturaleza y la comunicación con otros seres vivos. Su premisa es que en caso de una
comunicación deficiente, ya sea una autocomunicación destructiva (como malinterpretar una situación contra uno mismo), las interacciones con los demás, en la sociedad, con la naturaleza o con otros seres vivos, se producirían trastornos en nuestras relaciones.
El veterano gandhiano Natwar Thakkar nos ofrece una comprensión detallada de la
comunicación no violenta. Él señala (Kundu, 2018):
“Para mí, la alfabetización en comunicación no violenta significa cómo nuestros esfuerzos de comunicación comunicación deben ser no violentos; cómo nuestra habilidad y capacidad para comunicarnos no sólo con con nosotros mismos, sino con nuestra familia y la sociedad, sea no violenta en todos los aspectos y en general, cómo todo el proceso de comunicación, ya sea entre individuos grupos, comunidades y el mundo en general, debería ser de naturaleza no violenta.
Esto implicaría una profunda comprensión del arte y la ciencia de la no violencia y su
importancia en todas nuestras acciones cotidianas. No se trata sólo de la comunicación verbal y no verbal, la alfabetización en comunicación no violenta incluiría también si nuestros pensamientos e ideas son violentos o no. Para mí, la comunicación no violenta implica la humanización de nuestro proceso de comunicación. Esto también significa cómo podemos deshacernos de nuestras nociones preconcebidas de los individuos o grupos con los que queremos comunicarnos y dejar de evaluarlos para que se adapten a nuestras propias ideas.
Más que a menudo estamos acostumbrados a pensar en términos de juicios moralistas que
pueden ser nuestras propias construcciones.Si desarrollamos una comprensión profunda del arte y la ciencia de la no violencia y la integramos en nuestras prácticas de comunicación, podremos superar los juicios sesgados y moralistas; esto, a su vez, podría contribuir a la construcción de puentes emocionales.”
Al tiempo que subraya la esencia de la humanización de nuestro proceso de comunicación, el gandhiano mayor, Natwar Thakkar, subraya cómo la práctica de la comunicación no violenta nos ayuda a desarrollar múltiples perspectivas, contribuyendo así a evitar los estereotipos. Cuando practicamos tendencias altruistas como la empatía, la gratitud, la amabilidad, la compasión y la no violencia en nuestra comunicación, las nociones preconcebidas de individuos o grupos que podamos tener empiezan a disolverse.
En el contexto de la explicación anterior sobre la comunicación no violenta, sería importante ahondar en su centralidad como una habilidad del siglo XXI que debe ser cultivada:
● Un aspecto importante de la comunicación no violenta es la comprensión de la
interdependencia humana. La comunicación no violenta es un enfoque de comunicación
holístico que implica a los seres humanos, a la naturaleza y a todos los demás seres vivos.
En el contexto de la actual preocupación por el cambio climático y la degradación del
medio ambiente, es esencial que los seres humanos aprendan el "arte y la ciencia de la
comunicación en armonía con la naturaleza y los demás seres vivos".
● Las palabras que utilizamos determinan nuestras interacciones sociales; si son violentas
pueden destruir las relaciones. Es la base del proceso de cohesión social. Por ello, es
importante profundizar en el tipo de palabras que utilizamos en nuestro día a día; es una
habilidad importante que hay que aprender. Del mismo modo, nuestra comunicación no
verbal es extremadamente importante, ya que las posturas agresivas desaniman a las
personas con las que nos comunicamos. Asimismo, en las sociedades contemporáneas, es
importante controlar nuestra mente y nuestros pensamientos. Los pensamientos negativos
conducen a emociones negativas. Nuestros pensamientos nos ayudan a dar forma a nuestra comunicación con el mundo exterior. Estas habilidades deben fomentarse como parte de las habilidades del siglo XXI.
● La comunicación intrapersonal constructiva -tanto nuestra autoconversación- es una
habilidad importante que hay que aprender. Esto nos lleva a la esencia de la comprensión
del yo y al aumento de la conciencia de sí mismo. Cuando empecemos a comunicarnos
con nosotros mismos, desarrollaremos la paciencia y, antes de discutir con los demás,
empezaremos a reflexionar. Podemos practicar la comunicación no violenta observando
nuestro interior y escuchando profundamente nuestra autoconversación.
● Los cinco pilares de la noviolencia gandhiana son el respeto, la comprensión, la
aceptación, el aprecio y la compasión. Estos pilares forman la arquitectura fundacional
de la comunicación no violenta. Aprender a respetarse, aprender a comprender el punto
de vista de los demás, desarrollar la actitud y la paciencia necesarias para aceptar puntos
de vista e ideas diferentes y aprender a imbuirse de un aprecio positivo son todas ellas
habilidades esenciales para la vida que son fundamentales en el siglo XXI.
● La comunicación no violenta nos ayuda a desarrollar el pluralismo en nuestro proceso de
comunicación. En muchas ocasiones nos vemos atrapados en diferentes estereotipos que
dificultan el proceso de respeto mutuo y apertura. Tendemos a enredarnos en telarañas de
diferentes etiquetas, identidades y narrativas. Todo ello conduce a los problemas que
muchas de nuestras sociedades afrontan: el discurso del odio, la intolerancia y la
xenofobia. La práctica de la comunicación no violenta aporta pluralidad a nuestro
pensamiento y comunicación y ayuda a superar los estereotipos.
● En el contexto de las complejidades creadas por la sociedad materialista e individualista,
se suele señalar que existe un déficit de empatía en nuestras sociedades contemporáneas.
Cultivar la capacidad de empatía es, por tanto, una habilidad fundamental que es
quintaesencia a cultivar y que forma parte del proceso general de la comunicación no
violenta.
● Asimismo, la capacidad de actuar con compasión es otra habilidad importante que
necesita desarrollarse, ya que ayuda a reconocer nuestra humanidad compartida. Ayuda a
los individuos a elevarse a un plano superior y puede ayudar a reducir nuestros propios
sufrimientos. La compasión en nuestra comunicación ayuda a humanizar nuestras
interacciones.
● La expresión de la gratitud es otro elemento importante de la comunicación no violenta.
Cuanto más expresen los individuos su gratitud, más amplias serán sus perspectivas. Cuando aprendamos el hábito de expresar gratitud, podremos ejercer más emociones
positivas.
● Otro elemento importante de la comunicación no violenta es la capacidad de escucha
activa y profunda. La capacidad de escuchar es un atributo importante del crecimiento
humano, tanto a nivel individual como social. Cuanto más desarrollemos nuestra
capacidad de escucha, más mejoraremos nuestro compromiso con los demás y las
conexiones sociales. La capacidad de escuchar también debe cultivarse en nuestras
sociedades contemporáneas.
● Conectar con las necesidades de uno mismo y de los demás es otra importante habilidad
vital que los individuos deberían intentar desarrollar. Gran parte de los conflictos que
surgen se disuelven fácilmente cuando aprendemos el arte de conectar con las
necesidades genuinas de los demás.
Por último, la esencia de la comunicación no violenta se entrelaza con la capacidad humana de promover la convivencia mutua, el respeto y la dignidad, el perdón y el amor. Contribuye a la humanización de nuestros esfuerzos comunicativos. En este contexto, la comunicación no violenta debe cultivarse como una importante habilidad del siglo XXI.
Referencias:
1. Kundu, Vedabhyas (2018). Nurturing Emotional Bridge Building: A Dialogue with
Nagaland’s Gandhi; Peaceworks; Vol 8, No.1; June 2018.
2. Kundu, Vedabhyas (2020). Exploring the Indian Tradition of Nonviolent
Communication; International Journal of Peace, Education and Development;8(2):
81-89, December 2020; DOI: 10.30954/2454-9525.02.2020.4
El 5 de febrero estaremos realizando un Webinar con Vedabhyas Kundu y Khushi Nigam. Puedes inscribirte acá.
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