Entre la confusión y la comprensión de lo colectivo
- Claudia Sánchez
- 29 nov 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 feb 2020
El pasado domingo cerramos un encuentro de 9 días de Comunicación No Violenta donde estuvimos 87 personas de distintos países, estilos, géneros, profesiones, historias de vida, acceso a recursos, etc. Lo percibí como un pequeño laboratorio de lo que nos pasa en el mundo, en nuestras ciudades, en los lugares donde trabajamos y estudiamos.
Había un hilo conductor, nuestras ganas de contribuir y aprender, nuestro sueño de un mundo donde cada vez más las personas puedan acercarse y acceder a lo que necesitan, ganas de comunidad, de sanación y comprensión.
Cuando hacemos parte de un colectivo, hay dos tipos de atención que necesitamos tener presentes. La atención localizada y la atención extendida. Cuando hay confusión es importante enfocarnos en lo que nos pasa: cómo estamos observando, qué estamos pensando, qué es nuestro, hacernos cargo de lo que pensamos sentimos, decimos y hacemos, con que lentes estamos observando lo que sucede. Luego, está la atención extendida, que me permite conectarme con el entorno, con lo que sucede, observar de manera amplia el entorno.
Puede ser confuso tratar de entender lo que le duele a alguien que ha vivido situaciones que no hemos vivido.
Aceptar que tenemos paradigmas limitados, qué hay algo que posiblemente no podemos aún ver ni comprender sobre la realidad de la otra persona, nos permite dar pasos hacia la comprensión, hacia el cuidado de la vida, a crear un mundo donde las necesidades de todos son importantes, donde no hay categorías de importancia o de humanos. Poder reconocer que hay una parte de la situación que aún no podemos ver, qué desde la posición de la otra persona, puede ser que vea otras cosas que nosotros no vemos desde el lugar que ocupamos.
Creo que es importante celebrar los pequeños pasos, mirarnos a los ojos en medio de la confusión colectiva y conectar con la humanidad en nosotros y en los demás, si nos vamos tomando de las manos, sentiremos la confianza y esa será la manera en que nos podremos cuidar.
Hace dos años que vivo con un sistema de apoyo, cuento con personas que están dispuestas a escucharme, que hemos construido confianza para dialogar más allá del juicio y el consejo, desde un lugar de aceptación y retroalimentación honesta y amorosa. Creo que necesitamos revisarnos y ver cómo estamos alimentando la violencia, preguntarnos si queremos renunciar a la violencia para lograr lo que queremos. Reunirnos a dialogar, escucharnos, empatizar y co-crear.
Reconocer que el cambio es ahora, que hay temas sociales y ecológicos que necesitan cambiar y que podemos elegir cuidarnos de las personas que eligen estrategias violentes al no alimentar la violencia. Es la única manera que ahora puedo ver para parar el ciclo de violencia, para empoderarnos de verdad: comunidad y empatía, consciencia y claridad.
¿Qué tipo de sistemas podemos crear para cuidarnos legalmente y físicamente sin recurrir a la violencia? Unamonos a escucharnos y co-crear desde lo emergente.
Claudia Sánchez
Comunicación Plena
Comunicación No Violenta en Colombia
Contacto: +573196500685

コメント