Existen paradigmas de pensamiento que son tan amplios y que están tan internalizados, que son complejos de ver porque estamos dentro de ellos, operando desde ahí, de manera inconsciente. Sentirnos superiores o ver como objetos a personas, relaciones o seres vivos hacen que nuestra manera de vincularnos opere desde paradigmas de separación, dominación, buenos y malos, ellos o nosotros, etc.
Estos paradigmas y sus acciones, nos llevan a tener brechas como especie, a quemar la casa en la que vivimos todos. Cuando operamos desde la reactividad, es complejo medir las consecuencias de nuestros actos. Operar desde ahí, hace inviable el diálogo, el respeto, la empatía, el co-crear.
Diana Uribe, historiadora colombiana, mencionó la importancia de tener diálogos planetarios y pensarnos como especie. Lanzó estas palabras a un público lleno de futuros profesionales y habló de la responsabilidad que tenemos de no pensarnos aislados, de reconocer como todo está conectado con todo.
A veces, cuando pensamos en los cambios necesarios en el sistema, tal vez, nos sentimos abrumados, pero hacer desde donde uno está, pensar en pequeños cambios como escuchar al otro, respetar puntos de vista distintos, notar el entorno, reciclar, pensar qué consumimos y de alguna manera conectar con lo pequeños que somos dentro del gran sistema del universo, nos puede llevar a pensarnos como especie en cada acción que tomamos en lo cotidiano. Es vernos como parte del entramado, no como el centro.
Poder pensar nuestros actos cotidianos en contexto, en como repercuten al todo, no solo nuestra pequeña parcela de vida, es lo que nos puede llevar a hacer los cambios de paradigma y acción que necesitamos como planeta, como especie.
Pero notar los paradigmas, traerlos al consciente, requiere atención, requiere el desarrollo de habilidades empáticas, de escucha, de toma de consciencia. Necesitamos recordar, conectarnos con nosotros mismos, tomar consciencia de cómo pensamos, de nuestras intenciones, de como nos relacionamos cotidianamente los unos con los otros.
Te invito a que en una conversación que tengas hoy, escuches, sin interrumpir, con plena atención del otro, de su sentir, de lo que necesita. Qué te salgas del juicio y que simplemente conectes con el ser humano que tienes en frente.
CP.
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